No se debería tocar el tema de las barras bravas solamente cuando hay alguna noticia relacionada con ellas. A pesar de que la violencia en los estadios, o al menos, los incidentes protagonizados por estos grupos se han apaciguado un poco, no es posible olvidar un problema tan grave como el que representan.
Es hora de dejar a un lado la presunción de que los 'barristas' cometen crímenes a diestra y siniestra escudados en el amor apasionado e incondicional que le tienen a determinado equipo de fútbol. No. Las barbaridades que hacen estos personajes, se deben a la dinámica de la colectividad, a las ganas de demostrar valentía y de obtener jerarquía en la barra. En pocas palabras: los barristas no son hinchas de un equipo. Son hinchas de su hinchada.
No es raro ver en las calles de Bogotá las paredes llenas de letreros o graffitis alusivos a determinada barra brava de las tantas que tienen lugar en la capital, con enunciados como Bogotá, hogar del rolo sepulcro del provinciano, o el rolo soy yo. ¿A caso puede uno diferenciar a qué equipo se refieren cuando escriben tales frases? ¿A La Equidad, tal vez? ¿Será que Atletico Nacional o América de Cali no tienen hinchas bogotanos? Una frase de ese estilo supondría que está escrita por un grupo de regionalistas bogotanos acérrimos. Pero no. Son escritas por barristas no se sabe de qué equipo capitalino, con la única pretensión de amenazar a los seguidores de otros equipos que no tienen como sede la capital del país.
Si todas las acciones de las barras bravas están justificadas en el amor incondicional a su equipo de fútbol, no entiendo por qué los graffitis ni siquiera hacen alusión a alguna escuadra de la ciudad. En ocasiones, lo único que está escrito en aquellos muros tachados y ‘recontrarrayados’ son los nombres de los ‘parches’, como se denomina en el argot barrista a los subgrupos que conforman el gran colectivo de una barra brava. Los Pinzas, La 24, La CK el aguante, etc, son algunos de los nombres escritos, que, junto a la zona o localidad a la que pertenecen (los barristas se identifican por su localidad y siempre acompañan la misma con el nombre de su parche z-11, por ejemplo) no ofrecen alguna pista ni de fútbol, ni de amor, ni de nada.
Cuándo se ama tanto a un equipo del fútbol, ¿no es su nombre el que uno proclama en cualquier parte?
Pero no sólo en las paredes o muros de la capital se pueden encontrar estas referencias casi anónimas y que son una muestra del nulo amor que las barras bravas profesan por sus respectivos equipos. Las redes sociales se han convertido en un lugar perfecto para trasladar los enfrentamientos del estadio a la red. Allí, no se pelea por el liderato en la tabla de posiciones ni por el color de una camiseta. Muchos menos se hace por un partido de fútbol perdido o un triunfo recién conquistado. El honor y el buen nombre de la barra están por encima de todo. El siguiente, es un ejemplo de los comentarios de algunos barristas que se pueden encontrar en un sinnúmero de páginas en Facebook: Camilo CADC pte:
Lo que quiero resaltar y evidenciar es que debemos dejar de justificar a las barras bravas y a sus integrantes. Estos grupos no están conformados por amantes del deporte y mucho menos de algún equipo de fútbol. Si bien es cierto que sin él, no existirían, también lo es que no existen para sí. Contrario a eso, las barras bravas se han convertido en grandes pandillas conformadas, en su mayoría, por menores en busca de riñas, peleas e incidentes para defender el honor de la misma , cada vez que tienen la opción de hacerlo, y como dice el popular refrán, cuando el muerto encuentra quien lo cargue se hace el pesado , los barristas encontraron en el fútbol, en este caso el muerto, la mejor manera de delinquir sin ser perseguidos ni señalados.
3 comentarios:
Me parece tan contradictorio que la hinchada de millos hable de "provincia y la capital" sabiendo que tiene hinchada en otras ciudades?
Con América a veces sufrimos de eso, pero ultimamente la hinchada brava (Baron Rojo Sur) tiene una organización tal, que las filiales del todo el país tienen su lugar en la tribuna. El unico hecho vergonzoso es que tiene cazada una pelea con la hinchada de Bogotá (DR). Los que estamos desde otro lugar de la tribuna entendemos que, America es Patrimonio Cultural del País. Muy bueno el blog!
me gusta lo que escribiste, ero no lo comparto totalmente.
señalar al barrista y colocarlo en una posición social, como el chivo expiatorio de la sociedad, como des adaptado, como miembro de una pandilla es algo que la policía es experta en mostrar y salir a declarar. ademas no es una posición que brinde mayores luces sobre el problema.....te recomiendo esta web, donde encontraras información acerca de lo que se puede hacer mas allá de estigmatizar a los miembros de las barras http://barrismosocialcolombiano.blogspot.com/2009/11/fundacion-juan-manuel-bermudez-nieto.html
Aunque parece que como dices tu los barristas asisten y siguen a la barra, mas que al equipo....la explicación sobre esto nos la da Eduardo Galeano en un bello texto, que para cualquier amante del fútbol debería ser un texto obligado. El Fútbol a Sol y Sombra...lee la parte del Fanático y allí encontraras reflejado al barrista en su esencia...
información impresionante, muchas gracias al escritor artículo. Es comprensible para mí ahora, la eficacia y la importancia es alucinante. Gracias de nuevo y buena suerte!
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