23 de agosto de 2008

Quiero ser fashionista

Viendo en estos fashionistas días, y después de hablar con mi azulísimo amigo, todas las posibilidades que tienen los hombres de conseguir mujer aqui en USA, me propuse hacer un cambio radical en mi forma de vestir. Y no es porque sea fea, ni mucho menos, lo que sucede en mi caso, es que siempre he creído que mi cuerpo es representativo ideal de una infante, de mínimo 15 años, que sueña con su principe azul jugando a la Barbie mientras intercala sus juguetes con los amores de verano y los novios de conjunto cerrado.

Depronto la culpa la tiene él... Bueno, quizá él mismo ni se ha dado cuenta de lo que pasa. El caso es que cuando camino las calles o cuando estoy en el carro, observando las cosas que pasan por la ciudad, veo las niñas de 18 y 17 años vistiendo prendas absolutamente divinas, aparentando 21 años ý aprendiendo a manejar tacones de 10 centímetros de alto, negando sobre todas las cosas su virginidad y buscando, como dice él, quien desflore sus atributos.

La verdad es que todo es culpa de sus malos chistes... Una noche, mientras veíamos los Juegos Olimpicos, mostraban en la tele a la novia de un atleta, una chica que me parecio fea y sin gracia hasta que él habló: ¿y esa es la novia? preguntó asombrado. Si, le dije, eso parece; que fea se ve, añadí inclementemente sin esperar lo que hiba a decir a continuación... Mmm, puede ser MÁS fea que tu -ja-ja-ja-ja (!). Qué?, le dije con un tono de mal genio y con la voz explosiva a causa de su comentario. Gracias por decirme fea. -No no, no quise decir eso, simplemente que no me parece tan fea como tu dices... Disculpame. Ya no hay nada que hacer, queridos hombres que están leyendo esta historia, no traten de desembarrarla cuando uno de sus pesados chistes aparezca sin decir nada, ya no 'habrá poder humano' que los haga quedar bien.

Después de aquel episodio, sentí que mi apariencia debería tomar el rumbo que quería. Durante aquella noche, en la que él, descaradamente me abrazó en la noche y en la que también me susurró al oído que me amaba, pensé en las posibilidades que tenía para demostrarle quien tenía al su lado. Ya que más da, me corté el pelo (y no le gustó), me debo entonces peinar mejor, pensaba...

Al día siguiente ya se me había olvidado todo. Me desperté y cuando lo vi al lado no recorde el fastidioso chiste que había exclamado la noche anterior, simplemente regreso la cosquillita del amor, que día tras día golpea la puerta de la habitación cuando se levanta y me da un beso en la mejilla, cuando se levanta y susurrá a mi oído que soy su kitty... En esos momentos todos los problemas se olvidan. Sin embargo, aquel día quería simplemente tomar el rumbo que ahora pretende mi vida. Entre a la internet y pense en la una del fashion en el mundo, obviamente la por mi odiada Victoria Adams, más conocida como Victoria Beckham gracias a su sexy y futbolista marido.

Dentro de las posibilidades que tengo, sobran las opciones, más aún cuando vivo ahora en USA. Era miercoles cuando, por casualidad, terminamos comiendo en el Dadeland Mall, el maravilloso mundo de lo que había estado pensando toda la semana, y como si el universo estuviera confabulado en mi contra, llegamos, después de comerme un plato y medio de comida, a una tienda que todavía recuerdo... Era un mundo de fantasía, repleto de plateado, negro y rosado. Lleno de joyas y zapatos, además de la 'grandura' que no tenía y que allí podría quizas comprar. Qué pasó después? Nada, por desgracia aquel día no llevava ni un dolar en el bolsillo de mi jean negro.

Debía conformarme con pensar en la dichosa tienda hasta que tuviera dinero... Hasta cuando? Jm, puede ser hasta 8 días despúes o simplemente hasta que él diga uno de sus desvergonzados chistes, tal y como ocurrió la noche de ayer mientras sacabamos a pasear el perro. Te ves tan linda con ese jean y esos zapatos, me encanta como estas vestida, me dijo cuando saliamos. Se imaginarán la expresión de ¡yes! cumplí mi trabajo con la ropa que tengo en el armario! hasta cuando termino con la siguiente expresión: así, si no me dan ganas de cambiarte.

Qué? Le dije nuevamente, como asi que cambiarme... De nuevo trato de arreglar lo que ya, destrozado, no tenía arreglo alguno. No mi amor, dijo con su paisa acento y su tierna voz, no es por eso, es que te ves muy linda así, en serio, disculpame. Deja así, ya no tiene arreglo... Y no lo tenía hasta que dijo una especie de frase mágica que ya todos conocen... 'Amor, yo te quiero gorda, flaca, linda, bajita, cagada o vomitada, y cuando quieras me puedes decir, feo y bajito'... No!!! Nunca mi amor, nunca te diré cosas que no veo por el simple hecho de estar enamorada como lo estoy.

No te preocupes amor, nunca lo vas a escuchar. Pero sigo preguntandome, como hace para ser así? Como hace para remediarlo todo con una simpe expresión? Simple. Lo hace como cuando le dejo un mensaje en su Facebook diciendole I love you... Lo hace cuando como respuesta me dice, no te voy a escribir nada, simplemente me da un beso y mientras sus suaves labios pasan por los mios, dice con ternura, sólo deja que mis labios hablen por si solos...

1 comentario:

Unknown dijo...

Escribes muy bien, logras en el lector un sentimiento...

Gracias por la referencia Azulita...